La fertilidad de un huevo se refiere a la capacidad del mismo para ser fertilizado por un espermatozoide y dar lugar a un embrión viable. La duración de la fertilidad de un huevo depende de diversos factores, entre ellos la especie animal de la que proviene y las condiciones de conservación en las que se mantenga.
En el caso de las aves, la duración de la fertilidad del huevo es variable según la especie. En general, la fertilidad se mantiene durante un período que va de 7 a 21 días desde la puesta del huevo. Después de ese tiempo, la viabilidad del embrión disminuye progresivamente y es poco probable que se desarrollen polluelos.
Por otro lado, en los mamíferos, la fertilidad del huevo también tiene una duración limitada. En el caso de los seres humanos, por ejemplo, un óvulo liberado por los ovarios tiene una ventana de fertilidad de aproximadamente 24 horas. Si en ese tiempo no es fecundado por un espermatozoide, se descompone y es eliminado del cuerpo de la mujer en forma de menstruación.
Finalmente, es importante destacar que la fertilidad del huevo también se ve afectada por las condiciones de almacenamiento. En general, los huevos se mantienen fértiles durante unos días si se almacenan en condiciones óptimas de temperatura y humedad. Sin embargo, si se exponen a altas temperaturas o a condiciones de sequedad, la fertilidad puede disminuir e incluso desaparecer por completo.